Los consultores y expertos independientes tenemos no sólo una forma de trabajar particular, sino también de ver la vida. Esta es una reflexión con la que quiero comenzar este artículo, porque mucho se habla de los beneficios de este modelo de desempeño profesional, pero… ¿qué es de ese espíritu que nos caracteriza?
Aunque aquí te contaré en detalle qué es un consultor, una de las primeras piezas clave en todo esto es ser consciente de que un profesional independiente implica, precisamente, ser independiente.
Cuando uno decide poner sus habilidades y conocimientos al servicio de otras empresas, sabe que ha de hacer un gran esfuerzo no sólo en formarse y experimentar, sino también en recursos económicos para, por ejemplo, contar con equipos informáticos de alta gama y disponer de discos duros de gran capacidad, así como contratar otro tipo de herramientas necesarias para llevar a cabo la actividad.
Así que, ya sea que te plantees trabajar con uno o estés pensando en cómo ser consultor independiente, te invito a conocer un poco más sobre qué y cómo trabajamos.
Consultor independiente: Definición y virtudes
Consultores o expertos independientes hay de muchos tipos pero, al final, de lo que se trata es entender qué es lo que caracteriza a su manera de trabajar, pues aporta ciertas ventajas en un proyecto que seguramente otros perfiles no podrían cubrir de igual manera.
¿Qué es un consultor o experto independiente?
Según la definición general que podemos encontrar en Internet, un consultor es un experto en cierta materia que ofrece sus servicios a modo de consejero. Es decir, comparte sus conocimientos en proyectos de diferente índole así como en diferente materia.
Por ejemplo, en mi caso el área de expertise, en la que proveo consejos basados en mi propia experiencia, es el SEO o posicionamiento web en motores de búsqueda. Por supuesto, este es mi caso particular, pero tú podrías estar contratando o trabajar como consultor independiente en otras áreas.
Ventajas del trabajo de un consultor
Como su propio nombre indica, ser independiente requiere de mucha responsabilidad y espíritu para lidiar con ciertas situaciones a las que no todos están acostumbrados. Pero, de igual modo, es una forma muy ventajosa de trabajar. En este sentido, de primera mano te puedo afirmar que existe:
- Una gran gratificación por cada logro conseguido, ya que los expertos independientes somos responsables únicos de nuestros éxitos.
- La libertar de elegir en qué proyectos implicarnos y, por ende, todas las partes trabajan en mejor sintonía que cuando hay cierta ‘obligación’.
- Independencia económica respecto a uno o pocos clientes, pues al final el objetivo debe ser escalar hacia una cartera de clientes diversificada.
La realidad de ser un consultor independiente
Si bien aquí te he contado la parte más atractiva de ser consultor independiente, recuerda que cosas como ser dueño de nuestro tiempo y responsable de tus éxitos, también implica asumir cada fracaso y pérdida que pueda sufrir nuestro negocio. En otras palabras, tus posibilidades de facturación serán ilimitadas, pero hay que decir adiós a los ingresos fijos mensuales.
Y es que, si hay algo por lo que mis clientes eligen trabajar conmigo, es que de alguna manera les transmito una autonomía que les hace sentir en confianza, tanto para exigir resultados como para despreocuparse a la hora de delegar ciertas decisiones en base a mis conocimientos.
Como ves, la labor de los expertos y consultores independientes no es cualquier cosa pero, sobre todo, implica cierta soledad a la hora de trabajar. Aquí, recomiendo buscar sinergias y colaboraciones con otros perfiles profesionales, de modo que todos no apoyamos en equipo para ofrecer más y mejores prestaciones.
About the Author: Daniel Bocardo
